domingo, 12 de diciembre de 2010

Apuntes de un domingo

Hace unos días, el viernes para ser exacto, le entregaron el Premio Nobel de Literatura 2010 a Mario Vargas Llosa, ceremonia que no pude ver por televisión porque estaba trabajando y había que concentrarse en ese menester en ese momento. Sin embargo llego el domingo, un día de descanso, de tirarse en el sofá y disfrutar de la simpleza de no hacer nada, salvo ver televisión, fue en ese momento que recién pude ver la repetición de la premiación de Vargas Llosa, vía canal 7, algo que desde luego me alegra, a pesar de no haber leído más que se obrar autobiográfica El pez en el agua.

De la ceremonia me llamo mucho la atención el discurso inaugural de la misma, el cual se centro en explicar el origen del Premio Nobel y cómo había pasado a ser el más destacado de los que existen actualmente. Sin embargo, también se hablo de la investigación básica en ciencias y de cómo en la actualidad se pretende hacer creer que el Estado, los funcionarios públicos y los políticos poseen mejores criterios y/o cualidades que los científicos, para direccionar o priorizar la investigación que traerá beneficios a la sociedad, es decir la investigación se estaría condicionando a criterios políticos más que a la curiosidad misma por la ciencia.

Yo que vivo un país donde las posibilidades de desarrollo de las personas son muy limitadas, y donde el Estado no ve oportunidad en la promoción de la investigación básica o aplicada, escuchar un discurso como el de inauguración de la ceremonia del Premio Nobel 2010, es ciertamente aleccionador. Alguna vez, escuche de un alto funcionario del Ministerio de Economía de Perú decir que la investigación debería de ser priorizada en aspectos totalmente aplicados, donde el país tenga potencialidades, como agricultura, agroindustrial, minería pesca etc., a mi me resulto chocante en ese momento dicha apreciación, porque me preguntaba para que teníamos escuelas de física, química y matemática en muchas universidad, de seguro el funcionario asume que el país no tiene esperanzas intelectuales en ciencias básicas a nivel global, desde luego es una apreciación personal de él, la cual no comparto.

Ahora me pregunto, ¿Quien tendría la autoridad para designar, priorizar o elegir qué tipo de investigación decidirá promover el Estado a través de recurso económicos?, y si estas personas tienen superioridad para ello que los mismos investigadores. Esto me da la idea a una época de obscurantismo intelectual, es decir aquella en la que te decían que podías leer y que no, en que podías creer y en que no, simplemente por una imposición de poder sobre los demás y por intereses particulares.

El Perú está cambiando, es cierto, y que está de moda, también lo es, hemos registrado altos índices de crecimiento económico en los últimos año, y la verdad cuando uno camina las calles se siente que las personas tienen más billetes en el bolsillos, los centros comerciales paran llenos, lo mismo que los restaurantes y bares, de este modo las proyecciones del crecimiento para este año están alrededor de 9%. Sin embargo, esta racha de buenas noticias ¿Hasta cuando se podrá mantener?, necesitamos un nuevo paradigma para nuestro desarrollo y para hacer que este momento sea sostenible, la nueva prioridad para el desarrollo de este país es la producción de ciencia, básica en un primer momento y aplicada en un segundo momento, algo muy vinculado a la política educativa que el país se trace para los siguientes años, esperemos que nuestros próximos líderes políticos sean pioneros de este gran cambio y puedan la gran oportunidad que se nos presenta, ojala Dios mío que la vean.

José Manuel