martes, 12 de setiembre de 2006

EL VALOR DE LAS MARCAS

En la actualidad, nadie duda que el valor de los intangibles es, en ocasiones, mayor que el de los bienes materiales. Sin embargo, tradicionalmente las compañías no han reportado ni cuantificado el valor de la marca en sus estados financieros.
Ahora bien, desde hace algunos años, como consecuencia de la mayor competitividad existente producto de la globalización de las transacciones comerciales, las marcas con las que las compañías designan a sus productos o servicios han adquirido un papel protagónico en el mercado, puesto que al haber aumentado considerablemente la competencia, hoy más que nunca la marca se presenta -ante los ojos de consumidores y usuarios- como el signo identificatorio, que lo diferencia de la competencia. Ante esta nueva realidad, las distintas empresas comenzaron a ver a sus marcas como bienes muy preciados, lo que trajo aparejado no sólo que se las considerara contablemente, sino además que se procediera a realizar grandes inversiones para que aquéllas adquirieran el mayor prestigio posible con el consiguiente aumento de su valor.
Sin embargo, crear una marca y posicionarla en el mercado no es tarea fácil. En efecto, ante la infinidad de variedad de productos que se ofrecen en el mercado -los que se incrementan día a día en forma considerable- las inversiones que suponen la creación y el desarrollo de una marca para designar un producto o servicio que se quiera ofrecer, es cada día más costosa. Si, además, se pretende un liderazgo de ese producto o servicio en el mercado, las sumas que las empresas deben desembolsar se multiplican varias veces, puesto que las estrategias de marketing y publicidad idóneas para tal fin requieren inversiones millonarias y un período que muchas veces es muy largo. Y, si a todo ello se le suma, que alrededor del 20% de las marcas nuevas fracasan en el mercado, muchas veces aparece como un hecho lógico que las compañías prefieran comprar una marca o una empresa con marcas establecidas. Pero, para ello, es indispensable contar con métodos que permitan establecer cuál es el valor real de la marca, el que en la mayoría de los casos supera con creces el valor que representan los activos de la empresa en bienes tangibles. Como ejemplo, se pueden dar dos entre muchos otros: Kraft fue adquirida por alrededor de 13.000 millones de dólares, más del 600% de su valor contable. Asimismo, las marcas bajo el paraguas protector de RJR Nabisco fueron adquiridas en algo más de 25.000 millones de dólares. De lo dicho se deduce que en ciertas compañías, las marcas constituyen su activo más importante.
Las licencias y las franquicias, como alternativas de comercialización, constituyen otro claro ejemplo de la influencia del valor de las marcas en esos negocios, puesto que los niveles de royalties dependerán de la valoración de aquéllas. En este sentido, es dable mencionar que Sunkist obtuvo en el año 1988, 10.300 millones de dólares en concepto de royalties por la utilización del nombre por parte de los licenciatarios de unos cien productos como "Sunkist Fruit Gems".
Existen otros supuestos que tornan de trascendental importancia la correcta valoración de marcas. En efecto, tal conocimiento suministra una seguridad a los futuros cash flows. Para poder planificar adecuadamente, invertir y continuar el desarrollo de un negocio, se necesita cierta "seguridad". Siendo ello así, resulta claro que las marcas juegan un rol estratégico en un gran número de empresas; ergo, la valoración también se justifica, por el alto costo que requiere el desarrollo de una marca y por el alto riesgo que se le asocia a dicho desarrollo, tal como fue dicho "supra".
También, adquiere relevancia determinar el valor de la marca cuando se la pretende usar para propósitos financieros o tributarios. En cuanto al primer propósito, cuadra decir que hoy los bancos consideran las marcas valoradas como candidatas a la financiación. Ya algunas empresas han obtenido financiación en operaciones de compra-venta utilizando sus marcas como garantía. Se puede citar como ejemplo: el préstamo otorgado en 1991 por el Citibank, por 480 millones de dólares a la Borden, quien puso sus marcas como garantía de la operación.
Además, establecer el valor es útil en casos de absorción de compañías o de constitución de "joint ventures".
Por último, es importante destacar que la valoración de las marcas se presenta como insoslayable en casos de conflictos por copia o piratería, sobre todo para la determinación de la cuantía de la indemnización por los daños y perjuicios. Por todo lo dicho, es de suma importancia que las compañías conozcan el real valor de sus marcas.
Distintos métodos de valoración de las marcas:
Existen diferentes formas de determinar el valor de una marca, pero cualquiera sea la vía elegida, la misma debe expresar y adoptar criterios de estimación idóneos, para que la valoración económica tenga las características de generalidad, racionalidad y demostrabilidad. La fórmula escogida debe tener un buen nivel de credibilidad y objetividad.
A).- Los activos de la marca como reconocimiento de su nombre, calidad percibida, asociaciones y fidelidad, tienen el potencial de generar precios primarios. Una vía para calcular este precio primario sería simplemente observando los niveles de precios del mercado, o mediante la investigación a clientes. Se los interroga sobre cuánto estarían dispuestos a pagar por ciertos atributos o características de un producto o servicio (una de estas características sería el nombre de la marca).
Cuantificando en términos monetarios, esta investigación suministrará una medida directa del valor del nombre de la marca. Una marca con elevado valor y poca participación perderá si su competidor rebaja sus niveles de precios y ganará participación -hasta cierto punto- cuando sus precios relativos disminuyan.
Dado que se puede obtener el precio primario, el valor de la marca para un determinado año será el diferencial de precio multiplicado por el volumen de unidades vendidas. Descontando ese cash flow a lo largo de un período razonable, se dará origen a un sistema de valoración de la marca. En aquellas clases de productos donde los precios son bastante similares, como los cigarrillos, golosinas, billetes de avion; el análisis del precio primario no funcionaría para la valoración del producto. En dichos casos, sería necesario considerar el impacto del nombre de la marca sobre las evaluaciones de los clientes (preferencias, actitudes o intenciones de compra).
B).- Otra posibilidad sería estimar el precio de establecimiento del negocio y de una marca comparable. En el caso del lanzamiento de una nueva marca, es necesario establecer cuánto costaría desarrollarla e introducirla en el mercado, teniendo en cuenta, que las posibilidades de éxito rondan en alrededor del 20%, por lo que se necesitarán por lo menos cinco productos para asegurar que uno resulte ganador. La compañía necesitará absorber dicho gasto, para establecer una marca en términos equiparables a aquellas que hubieren sido desarrolladas.
El método descripto sólo cuantifica el valor del lanzamiento de un nuevo producto, pero no resuelve el problema sobre el valor de la marca de productos existentes en el mercado.
C).- Un enfoque sugerido e implementado por los profesores de finanzas Carol J. Simon y Mary Sullivan de la Universidad de Chicago, es el precio de las acciones como base para evaluar el valor de activo de una marca, pues el mercado bursátil ajustará el precio de la compañía para reflejar valores futuros de la misma. El valor de mercado de la compañía está en función del precio y de la cantidad de acciones. El valor de la marca se asume en función de la antigüedad y el orden de entrada al mercado de la misma (a mayor antigüedad, mayor valor), la publicidad acumulada (esta crea valor) y la participación en la industria, ya que se relaciona con ventajas de posicionamiento. Es importante destacar que se sustrae el costo de los activos tangibles. Este método permitió obtener el valor de las marcas de varias compañías. Cabe destacar que sólo se puede aplicar a empresas que generan información pública y por ello será de mayor validez y utilidad para aquellas con marcas dominantes. Este método posee el atractivo de basarse en el precio de las acciones. Utilizando el método desarrollado, se ha hecho un análisis de la industria de las bebidas refrescantes, lo que permitió demostrar el elevado impacto que las acciones de marketing pueden tener sobre el valor de la marca. Cuando se introdujo "Diet Coke" en junio de 1982 generó un impacto tal que Coca Cola vió incrementado su valor en un 65%, mientras que Pepsi se mantuvo sin cambios.
D).- Otro método para cuantificar el valor de una marca, surgiría de descontar el valor actual de los ingresos futuros y atribuibles a los activos de la marca. El problema se plantearía en cómo determinar esta estimación. Una posibilidad sería la de trabajar sobre el plan, a largo plazo, que se hubiera diseñado para la marca, simplemente descontando la cascada de beneficios proyectada. Debería considerarse la fortaleza de una marca y su impacto sobre el entorno competitivo. La compañía que utilice éste método deberá ajustar los costos de fabricación de forma tal que reflejen el promedio de la industria, más que a los costos actuales.
Otro camino que podría utilizarse, sería estimando los ingresos actuales aplicándoles un factor multiplicador. Si los ingresos no fueran representativos, por el problema de las alzas y bajas del producto de acuerdo a los ciclos, se podría utilizar un promedio de los años anteriores. El factor multiplicador de beneficios constituye una vía para estimar y fijar un valor sobre los ingresos futuros. Para determinar el valor actual del multiplicador, será necesario estimar la ventaja competitiva de la marca.
E).- Se podría también calcular el valor a través del método contable, que implica la introducción, en el plan de cuentas de los valores de aquellos bienes inmateriales como la marca. Esto significa la capitalización de sus costos y su sucesiva amortización en el curso de la vida útil del bien. Este método es muy riguroso, ya que adopta todas las cautelas, reglas y formalidades que caracterizan a la contabilidad; aunque en este enfoque se han logrado escasos progresos.
Algunas compañías británicas, australianas y neozelandesas han incorporado el valor de la marca a sus balances. En 1988 Ranks Hovis McDougall incorporó en su balance el valor de 1.200 millones de dólares por sus 60 marcas. Esta suma excede en valor a todos los activos tangibles que se suponen están escrupulosamente contabilizados y afectan a la valoración que los accionistas hacen de la compañía. A partir de esta situación los expertos financieros y de mercado británico se han inmerso en una discusión conocida como el debate de las marcas; la mayor controversia contable de los ultimos veinte años.
En Gran Bretaña y en Australia las reglas contables establecen que las empresas incorporen en los libros el fondo de comercio obtenido por adquisición, lo que lleva a acelerar la controversia. Las cantidades pagadas por sobre el valor de los activos identificables es considerada como pérdida sin que medie un activo compensatorio, esto ha generado grandes pérdidas para las empresas. Las compañías británicas han protestado capitalizando sus marcas adquiridas basándose en que no representaban fondo de comercio sino activos identificables. El debate iniciado en Gran bretaña afecta a las compañías en el mundo entero, aún cuando los principios contables de muchos países no permitan la capitalización de las marcas.
Con respecto a la amortización, en febrero de 1990 el Comité Británico de Principios Contables (BASC), propuso amortizar las marcas adquiridas en veinte años, y cuarenta años para casos especiales. Nada se dijo con relación a aquellas marcas desarrolladas internacionalmente. En los Estados Unidos la amortización del fondo de comercio no puede superar los cuarenta años. Por el momento no existen principios para la amortización de los valores de la marca, pero sí existen precedentes para aquellas marcas adquiridas de terceros que puedan contabilizarse como activos.
No obstante lo dicho con relación a este método, la valorización de la marca y su incorporación al balance continuará siendo un tema de debate en los próximos años. Es muy posible que los principios contables restrinjan su práctica sólo a aquellas marcas compradas. A largo plazo seguramente se asistirá a un replanteo profundo de las prácticas contables con impacto internacional.
F).- Otro camino sería el extra contable que puede significar una adecuada información sobre el tema proporcionado por la memoria del ejercicio o con otras formas de comunicación que recogieran la información tanto con modalidades cuantitativas como descriptivas. Este parecería ser más viable.
Conclusión
En la actualidad, ya nadie duda que la lucha en el campo del marketing se centra en la competición y la batalla por el dominio del mercado a través del posicionamiento de las marcas en los primeros puestos. En el futuro, se augura una intensificación de esta lucha; por lo que se espera que las compañías e inversores reconocerán a la marca como el activo más valioso de la empresa. Siendo ello así, ya no basta con obtener una debida protección de las marcas, sino que además se necesita conocer su verdadero valor.
De este modo, las compañías podrán: conocer el valor real de la empresa; establecer los niveles de royalties en la comercialización de sus productos o servicios a través de licencias o franquicias; utilizar sus marcas como garantía de financiamiento, y para cualquier otra operación relacionada con su actividad comercial. Asimismo, estarán en condiciones de conocer en forma acabada sobre la conveniencia o no de realizar las inversiones que serían necesarias para incrementar el valor de las marcas, puesto que del desarrollo que se logre de ellas dependerá que sus propietarios consigan instalarse en el mercado con una presencia privilegiada y, lo que es tal vez más difícil, mantenerse en en ese nivel.
Ya se han mencionado los distintos métodos -con sus cualidades y defectos- para el cálculo del valor de las marcas. Si bien no se recomienda un método determinado de valorización de intangibles, el que se utilice debe aplicarse consistentemente, debiendo suministrar tanto criterios de validez en sus asunciones como un proceso que pueda ser auditado para demostrar su razonabilidad. Asimsimo, atento las peculiares características de este intangible, en la determinación de su valor, deberán imprescindible una comunicación más próxima y fluída entre: marketing, finanzas y contabilidad; no debiendo soslayarse el importante papel que juega la clientela, cuya fidelidad no genera valor por sí misma, por lo que si se quiere mantener -o incluso incrementar- será necesario implementar planes para aumentar su satisfacción.
Debe tenerse en cuenta que la valorización de una marca tendrá por objeto accionar sobre un valor que no sólo sucede, sino que hay que crear, mantener y proteger. Es decir, activamente gestionar a uno de los activos, sino el más importante del negocio.
© 1997, Marisa Etcheverry
All rights reserved.
Apesar de ser un artícul oantiguo me parecio inetersante, leelo. JM.

lunes, 29 de mayo de 2006

Consejos sobre Outlook para pequeñas empresas

por: David Coursey*
1. Elabore un conjunto de plantillas en línea que garantice la calidad y continuidad del correo electrónico saliente. A medida que su empresa vaya creciendo podrá ver que sus contactos más importantes de correo electrónico están repartidos en las libretas de direcciones del personal de ventas, de distribuidores y responsables de reventas, del personal de atención al cliente y de muchos otros (Plantillas de Office para pequeñas empresas).

No puede permitir que cada miembro de la empresa configure un mensaje de correo electrónico específico para cada asunto: se malgasta tiempo y supone un riesgo para el balance final del negocio (por no mencionar el riesgo potencial de responsabilidad).
¿Cómo puede evitarlo?

Haga que estas personas algo dispersas en su trabajo puedan elaborar mensajes coherentes, bien redactados, con el formato requerido y en el momento adecuado. Redacte varios mensajes tipo de correo electrónico y colóquelos en un lugar concreto de la red de su empresa (o en un sitio administrado por terceros), y anime al personal, los distribuidores, a voluntarios o a cualquier persona pertinente a utilizar su biblioteca de mensajes.

2. Clasifique por colores el calendario o la bandeja de entrada. Este tipo de clasificación supone un esfuerzo inicial, pero generalmente merece la pena. Elija la clasificación de colores según sus necesidades. ¿Necesita distinguir con rapidez entre información pública y privada? ¿O quizá desea localizar fácilmente las reuniones obligatorias y las opcionales? (Usar dos calendarios en Microsoft Outlook 2003)

Una vez haya analizado sus necesidades de trabajo, edite las etiquetas del calendario de forma que transmitan el tipo de información que usted considera importante. La edición del esquema de codificación por colores en el calendario de Outlook es muy fácil; sólo tiene que seleccionar Editar/Etiqueta/Editar etiquetas, darle un nuevo nombre a las etiquetas y hacer clic en Aceptar.

• Para hacer que los mensajes de distintos remitentes aparezcan en colores diferentes, seleccione Herramientas/Organizar/Usar colores. Escriba el nombre del remitente y el color donde se le indique y haga clic en Aplicar color.

• Dentro del correo electrónico, puede utilizar la función Formato automático para que los correos electrónicos de distintos remitentes aparezcan en colores diferentes; los mensajes de su jefe pueden ir en rojo, por ejemplo; los que le envían sólo a usted en azul; y los mensajes de una lista de distribución en gris claro. Seleccione Herramientas/Organizar/Usar colores. E scriba el nombre del remitente y el color donde se le indique y haga clic en Aplicar color.
• Para ver sus reglas de codificación por colores, haga clic en Formato automático en la parte superior derecha del panel Organizar.
• También puede utilizar marcas de seguimiento de distintos colores. Por ejemplo, utilice marcas rojas para asuntos financieros o facturas por pagar, azules para los vendedores y anaranjadas para las marcas de seguimiento de correos personales.
3. Cambie el asunto de los mensajes en el correo entrante para facilitar su archivo, búsqueda y clasificación. Antes solía pensar que el correo electrónico entrante era sagrado, es decir, que no se podía tocar. Pero ahora sé que puedo cambiar el asunto y que ese cambio supone una gran ventaja a la hora de ordenar y archivar los mensajes. A continuación le indico cómo hacerlo: No podrá cambiar un asunto en el panel de vista previa. Debe hacer doble clic en el mensaje y abrirlo antes de realizar los cambios. Cuando intente cerrarlo, Outlook le preguntará si desea guardar los cambios. (Otra forma es hacer clic en EDITAR y seleccionar EDITAR MENSAJE para realizar los cambios.) También puede editar el cuerpo del mensaje si quiere, por ejemplo, borrar aquellos fragmentos que no desea conservar o añadir comentarios propios (Cómo crear una ‘línea de asunto’ eficaz).

4. Elabore vistas y campos personalizados. No todo el mundo necesita personalizar el campo Contactos, pero si de repente se da cuenta de que debe utilizar una y otra vez el campo Notas para encontrar la misma información o de que salta de pantalla en pantalla buscando datos relacionados, a continuación le ofrezco una forma de facilitarle la labor:
• Empiece desde una vista que desee actualizar. En este caso, queremos configurar una variación de la vista predeterminada de la Lista de teléfonos, de la que puede obtener acceso seleccionando Ver/Organizar por/Vista actual/Lista de teléfonos.
• Para empezar a personalizar, seleccione Ver/Organizar por/Personalizar y, a continuación, haga clic en el botón Campos. A la izquierda verá una lista de campos disponibles y a la derecha la lista de campos que se encuentran en ese momento en la vista. Para eliminar un campo de la vista, selecciónelo y haga clic en Quitar.
• Una vez ha eliminado los campos que no necesita, seleccione los que desee de la lista de la izquierda y haga clic en Añadir. Para añadir un campo personalizado, haga clic en el botón Nuevo campo. En el cuadro de diálogo que aparecerá en pantalla escriba un nombre, seleccione un tipo de campo (como Texto, Número o Fecha) y, si así lo requiere, un formato para los datos.
• A continuación, guarde la vista seleccionando Ver/Organizar por/Vista actual/Definir vistas y resaltando Configuración actual de la vista. Haga clic en Copiar, escriba un nombre para la vista y después haga clic en Aceptar. La vista que ha configurado debe aparecer ahora en el menú Ver/Organizar por/Vista actual.
• Para añadir un campo personalizado, haga clic en el botón Nuevo campo y escriba el nombre en el cuadro de diálogo que aparecerá en pantalla. Una vez le haya dado un nombre y haya guardado la nueva vista, ésta aparecerá como opción en el menú Vista actual.
5. Recupere un mensaje que ya haya enviado. Sí, puede hacerse dependiendo de la situación. Si el destinatario utiliza Outlook, si ambos utilizan Microsoft Exchange Server y si el mensaje no ha sido todavía abierto puede que tenga suerte. Abra la carpeta Elementos enviados, localice el mensaje y haga doble clic en él para abrirlo. Vaya a Acciones Recuperar este mensaje. Si el mensaje aún no ha sido abierto se le dará la opción de borrarlo o sustituirlo por uno nuevo. Nota: Si Outlook dice que 'No se recibió informe de lectura de este mensaje de ninguno de los destinatarios', esto no quiere decir que el destinatario no lo haya visto. Puede ser que no utilicen Outlook o Exchange Server, situación en la que la función de recuperación no es válida.

6. Utilice tarjetas de presentación para enviar su información comercial. Considérelas vallas publicitarias en miniatura que presentan su eslogan con cada correo electrónico. A continuación se explica de qué modo:
• Haga clic en Opciones en el menú Herramientas y, a continuación, haga clic en la ficha Formato de correo
• En Firma, haga clic en Firmas y después en Nueva
• Seleccione las opciones que desee y haga clic en Siguiente
• En Opciones de vCard, seleccione una tarjeta de presentación (vCard) de la lista o haga clic en Nueva vCard del contacto
* David Coursey es presidente y director general de su pequeña asesoría y ha colaborado en un buen número de publicaciones sobre tecnología, páginas web y blogs

domingo, 28 de mayo de 2006

La Planificación en las Organizaciones


La planificación es un proceso administrativo y como tal opera en las organizaciones.
La planificación es el proceso mediante la cual se decide la direccionalidad de las organizaciones. Se fijan objetivos futuros y se trazan trayectorias para la con-secución de tales objetivos. También, la planificación permite el equilibrio adaptativo de la organización a su entorno procurando responder eficientemente a las demandas ambientales a partir de un flujo constante de información. Las organizaciones no son entes inermes al vaivén del entorno, a través de acciones planificadas las mismas intentan generar cambios en ese entor-no a fin de que este modifique su situación.
Las Organizaciones.
En general, las organizaciones tienen características comunes. Señala Dessler, que las mismas pueden ser resumidas en las siguientes: a) son unidades sociales con un propósito, b) están formadas por personas que llevan a cabo tareas diferenciadas y coordinadas que les per-miten con-tribuir a los propósitos organizacionales y, c) tienen uno o mas administradores que cumplen tareas de planeación,, dotación, or-ganización, dirección y con-trol del personal, las tareas y los resul-tados.
Una organización consiste en un conjunto de unidades diferenciadas con relación a la naturaleza de las tareas que en cada unidad se ejecutan, esto es, existe una división del trabajo. Estas unidades se mantienen con arreglo a una jerarquía en el sentido que el responsable de una unidad reporta a un responsable de mas alto nivel en la organización. Es a este nivel de unidades diferenciadas que se formula el plan operativo.
El número y naturaleza de las unidades organizacio-nales así como su nivel de autonomía de-pende de la situación respecto al ambiente en el cual la organización se desenvuelve. Esta adaptación a la situación am-biental puede ser explicada en términos de diferenciación e integración. La necesidad de diferenciación al interior de las organizaciones está relacionada a la incertidumbre y fluctuaciones que ocurren en el en-tor-no, en otro sen-tido, un gran número de unidades y una ma-yor variedad de funciones que éstas desempeñan, demandan la necesi-dad de integración del trabajo de estas unidades separadas. Una organización efectiva será, por tanto, aquella que su estructura responde a las características am-bientales, su nivel de diferenciación es consistente con la complejidad de su entorno y su integración es apropiada al ni-vel de diferen-ciación.
Dado que las organizaciones están constituidas por personas, las or-ganizaciones en si mismas, no poseen objetivos. Los "objetivos organizacionales" se refieren generalmente a objetivos de la alta geren-cia. Por tanto, se debe distinguir entre los objetivos que la alta gerencia pretende alcanzar de los objeti-vos de los otros participan-tes en la organización (trabajadores, empleados, etc); estos po-seen sus propios objetivos personales que desean lograr; estos objetivos personales estan relacionadas con la satisfacción de sus propias necesidades. Es difícil que ocurra una perfecta congruencia entre los objetivos individuales y los objetivos organizacionales.
La participación de las personas en el logro de los ob-jetivos fijados se mueve entre la cooperación y el con-flicto. Un es-fuerzo gerencial significativo se refiere a mantener un balance apropiado entre las fuerzas que crean conflicto y las que crean cooperación. Algunos con-flictos no solo son inevitables, sino también de-seables. El conflicto resulta la competencia entre par-ticipantes para la promoción de otras formas de nece-sidades no satisfechas.
En 1964, March y Cyert expusieron la teoría política de las organizaciones. Esa teoría es conocida como modelo plural-político de las organizaciones. Las características principales que expresa este modelo de comprensión de la realidad organizacional son: a) las organizaciones se componen de grupos con intereses distintos que persiguen sus propios objetivos, algunas veces de manera egoísta, pero a menudo con motivos bien intencionados, b) el modelo considera el conflicto como inevitable y forma parte de la manera normal de hacer las cosas, c) el comportamiento político surge cuando una de las partes o grupos interesados contra-rrestan los intentos de influencia de algún otro, d) se llega a los objetivos organizacionales a través de un proceso de negociación entre las diferentes coaliciones al tiempo que respon-den a los cambios del medio y, e) el poder y el comportamiento surgen de manera natural de la interdependencia inherente a la mayor parte de los puestos gerenciales.